El problema del papel higiénico
El papel de baño es algo que utilizamos todos los días. Y apuesto a que 99% de nosotros raramente pensamos en el impacto que tiene en el planeta.
El papel de baño es natural y 100% biodegradable. Tal vez por eso pensamos que es inofensivo… pero la realidad es que su producción está dañando el planeta y contribuyendo al calentamiento global.
El papel higiénico puede crearse de dos maneras: a partir de pulpa virgen (árboles que se talan) o con papel reciclado. La mayor parte del papel que se produce proviene de pulpa virgen. Esto es un gran problema por varias razones. Primero, se están talando demasiados árboles sin control. Segundo, la huella de carbono que genera es muy superior a la del papel reciclado. Tercero, para fabricar un sólo rollo de papel de baño se necesitan 37 galones de agua. También se utilizan muchos químicos para hacerlo suave, aromático y para blanquear la pulpa y obtener papel de baño blanco. Muchas veces, estos químicos contaminan los cuerpos de agua locales.
Se cree que el papel higiénico se inventó en China en el año 589 AD, pero tomó muchísimo tiempo que llegara al resto del mundo. Aunque no lo crean, la gente usaba nieve, hojas, musgo, elotes, conchas, arena, periodico y todo lo que pensaran que fuera a servir, para limpiarse. En algunas culturas era y sigue siendo común usar la mano izquierda después de… ya saben qué. Hasta que en 1857, se inventó en EU el papel de baño comercial. Tomó décadas que la gente comenzara a comprarlo. No tenía sentido pagar por algo que podían encontrar gratis, y además, hablar de papel de baño era muy tabú. Años después, el marketing cambió todo. La compañía Hoberg Paper lanzó una nueva marca, Charmin, y vendió el producto con la imagen de una mujer, bonita y femenina, para distraer a la gente del propósito real del papel. Fue extremadamente exitoso. Poco a poco, otras marcas fueron convenciendo al público con promesas de absorción, aroma y suavidad extrema. La prueba está en que hasta el día de hoy, el papel de baño es uno de los productos más populares del mundo. Y las grandes marcas siguen siendo exitosas gracias a sus estrategias de publicidad, entre ellas Charmin, que reemplazó a la mujer de su viejo logo por bebés, y ahora, por un osito.
Todos los días, el equivalente a 270,000 árboles se tira por el inodoro o a los vertederos del mundo. EU es el país que más consume papel higiénico. La industria genera 31 mil millones de dólares al año.
Los 3 mayores productores de papel higiénico en Estados Unidos son: Procter & Gamble, Georgia-Pacific y Kimberly-Clark. Estas compañías son dueñas de las marcas de papel de baño más conocidas: Charmin, Angel Soft, Cottonelle, Brawny, Bounty, Kleenex, Quilted Northern, Viva, entre otras.
Las tres empresas dicen estar comprometidas con la sustentabilidad. Charmin, por ejemplo, dice que “invertirá 20 millones de aquí al 2025 en la aceleración de la investigación de alternativas sustentables y de rápido crecimiento certificadas FSC” (palabra clave: investigación!, no implementación). La información ya existe y las alternativas también. ¿Por qué no las implementan ya?
Muchas de estas marcas tienen la certificación FSC (Forest Stewardship Council®), pero de acuerdo al NRDC, no es suficiente tener esta certificación para prevenir la deforestación y los efectos negativos que está causando la tala descontrolada de árboles y la producción de papel en el planeta. La mejor solución está en dejar de utilizar pulpa virgen para fabricar papel y buscar alternativas mejores.
Hasta la fecha, ninguna de las marcas principales de estas 3 empresas fabrica papel de baño con fibras sustentables o papel reciclado. Además, la mayoría de sus productos están envueltos en plástico, contribuyendo aún más a la contaminación del planeta.